Cuando fuimos a Marruecos, pudimos ver con nuestros propios ojos el proceso de elaboración del cuero en una de las curtidurías más importantes del país. En ella, infinidad de fosas repletas de tintes naturales componen un colorido paisaje mientras se encargan de la producción y coloración del cuero del cordero, el buey, la cabra y el camello.

Proceso de elaboración tradicional del cuero:

El primer paso que se realiza en las curtidurías tradicionales es limpiar la piel superficialmente para aplicarle grandes cantidades de sal gorda y dejarla secar en tejados, para que así pierda gran parte del exceso de agua que se le ha añadido previamente.

La segunda parte consistirá en introducir las pieles en enormes cubas de color blanco repletas de cal y excrementos de paloma, donde se dejan en reposo durante varios días. Este proceso tiene dos fines: por un lado, terminar de eliminar todo aquello que no es piel propiamente, y por otro darle firmeza.

En ese momento habrá terminado el proceso de “limpieza” de la piel, y lo que continuará tendrá como fin darle propiedades adicionales, como suavidad y color. Para ello, se sumergirá en las otras cubas, en las que se utilizan materiales como pasta de higo y aceites para darle suavidad y curtirlas, y tintes naturales para proporcionarles color.

Por último, tendrá lugar el proceso de secado, que se produce en los tejados de alrededor de la curtiduría. Una vez que las pieles se encuentren coloreadas y secas, pasarán a manos de los artesanos que se ocuparán de transformarlas en elaborados bolsos, maletas, zapatos y abrigos, etc.